Hace unos días, leí sobre la corregulación. Aunque el post estaba enfocado más a las parejas, lo pensé en un formato más amplio: en colectivo o para-con nuestras relaciones con seres queridos, familias, amigues, etc.
Decía algo así: una relación peligra cuando callas lo que sientes, porque lo que no expresas no desaparece, sino que genera distancia.
Nos han hecho creer que una persona emocionalmente madura debe poder regularse sola, pero en las relaciones más sanas, la autorregulación y la corregulación no se excluyen: se equilibran.
La primera (autoregulación) nos enseña a calmarnos sin que las otras personas tengan que estar presentes; la segunda (la corregulación) es la que nos restaura la calma desde los vínculos sociales, familiares o sentimentales.
Cuando alguien no nos entiende "emocionalmente hablando”, seguramente no sea por falta de amor, sino por falta de corregulación: porque no sabe cómo calmarnos cuando nos ofuscamos o no sabe cómo darnos esa seguridad cuando más la estamos necesitando.
Aprender a gestionar las emociones a solas y en colectivo no significa que nos tengamos que hacer cargo de todo ni depender completamente de alguien, sino saber acompañarnos y equilibrarnos sin miedo. La sociedad valora que lo hagamos solas, que resolvamos sin molestar, que escondamos la vulnerabilidad. Premiar la autosuficiencia y castigar la vulnerabilidad genera abismos emocionales.
Los proyectos (de pareja o colectivos) no sólo se sostienen con cariño, deseo o comunicación… también necesitan de sensación de equipo, de entendimiento, de sintonía emocional y de cierta seguridad compartida.
Pues eso, hoy me dió por aquí: por la corregulacion emocional, una habilidad super importante si queremos vínculos felices, seguros y duraderos.
pd. por cierto!
la compa @Kata está proponiendo un taller de 5 sesiones de CNV - muy relacionadas con este tema que traigo - que recomiendo haga(mos) mucha gente! >> está buscando las mejores fechas en: Usem LiberaForms
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